Pagano

Que mi corazon sea gentil,
mi mente fuerte y abierta,
mi espiritu inquebrantable,
mi pensamiento agudo,
mi conciencia limpia,
y mi naturaleza bondadosa.

Que se me permita ser una energia curativa
Conocer lo que es importante
y vivir en armonia con la Naturaleza.

sábado, 23 de febrero de 2013

Terminalia



Terminalia

Terminalia: Fiestas en honor de Término, dios de los límites de los campos, en la que, tras adornar con guirnaldas los mojones que marcaban las distintas propiedades, se les hacían ofrendas y se les rociaba con la sangre de un cordero o un cochinillo, previamente sacrificado, en medio de súplicas al dios para que los límites se mantuvieran inalterables.

En los límites de los campos se erigían monolitos (o señales en forma de estelas de piedra usada para delimitar territorios y propiedades). Estos monolitos tenian una cabeza y rostro humano. Cuando llegaba la Terminalia. Ofrecian semillas nuevas y vino nuevo sobre la estatua. En un periodo posterior de la historia romana se sacrificaba un cordero, o un lechón y su sangre era vertida encima del rostro del dios.
Terminus
El culto a esta deidad fue instituido por el propio Rómulo, aunque algunos consideran que fue Numa Pompilio, siendo una divinidad de origen sabino. En ocasiones se asimila a Júpiter, en cuyo caso se le denomina como Júpiter Terminalis. Incluso se cree que el gran templo de Júpiter Óptimo Máximo se edificó sobre una antigua capilla en honor a Terminus. En el interior del templo se conserva un arcaico hito, del que se dice que siempre debe “observar” el cielo. Por ello existe una pequeña abertura para que sobre el mismo siempre se vea el cielo.
Terminus era representado por un busto sobre un pedestal o pilar, o un simple mojón con una piedra toscamente tallada para que asemejase una cabeza humana. No todas las representaciones eran obras de “arte”. Lo importante era que estuviese presente en el linde aunque fuese en forma de piedra, similar a un obelisco aunque de menor tamaño y elaboración. Cuando se deseaba instalar uno de estos terminus se hacía un agujero en el suelo, se sacrificaba un animal –oveja o lechón-, enterrando sus huesos, cenizas y sangre. Tras esto se colocaba el monolito.

El festival rústico
Durante la Terminalia las familias adyacentes y propietarias del terminus engalanaban el busto de la deidad con ofrendas florales -lo que habitualmente hacían dos o tres familias-. El más anciano de cada familia elaboraba una pira, la cual era encendida con fuego traído del hogar familiar por la esposa del pater familias. Esta hoguera hacía las veces de rústico y tosco altar. Los vecinos, en silencio, se congregaban alrededor de este fuego, vestidos de blanco. La niña más joven de la familia llevaba en una cesta de mimbre las ofrendas a Terminus: grano, pasteles de miel y vino, símbolos agrarios básicos. Estas eran arrojadas a la hoguera.
Además, cada familia sacrificaba una oveja y un lechón, cuya sangre manchaba el hito. Durante este rito se cantaban himnos y alabanzas a la deidad. Tras esto se celebraba un banquete.

El festival en Roma
En la ciudad se celebraba en el linde de la ciudad con Laurentum –en el cruce de la vía Ostiense con la Laurentina, en el sexto miliario-, una localidad cercana, y según creencia antigua, la primera frontera que tuvieron los romanos.
 

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