Pagano

Que mi corazon sea gentil,
mi mente fuerte y abierta,
mi espiritu inquebrantable,
mi pensamiento agudo,
mi conciencia limpia,
y mi naturaleza bondadosa.

Que se me permita ser una energia curativa
Conocer lo que es importante
y vivir en armonia con la Naturaleza.

martes, 12 de febrero de 2013

Diana

Diana






 En la mitología romana, Diana era la diosa virgen de la caza, protectora de la naturaleza y lunar. Su diosa griega equivalente en la literatura es Artemisa, si bien en cuanto a culto era de origen itálico.

Diana fue originalmente una diosa de la caza, relacionada con los animales y las tierras salvajes. Más tarde pasó a ser una diosa de la luna, suplantando a Luna y siendo también un emblema de la castidad. Los robledos le estaban especialmente consagrados. Era alabada en la poesía por su fuerza, gracia atlética, belleza y habilidades en la caza.

Nacida poco antes que su hermano gemelo Apolo en la isla de Ortigia (luego llamada Delos), Diana era hija de Júpiter y Latona. Siendo testigo de los dolores del parto de su madre, concibió tal aversión hacia el matrimonio que pidió y obtuvo de su padre la gracia de guardar perpetua virginidad, como su hermana Minerva. Por esta razón estas dos diosas recibieron del oráculo de Apolo el nombre de «vírgenes blancas».

El propio Júpiter la armó con arco y flechas y la hizo reina de los bosques. Le dio como comitiva un numeroso grupo de hermosas ninfas que debían hacer votos de castidad, y con quienes se dedicaba a la caza, su ocupación favorita.

Diana era grave, severa, cruel e incluso vengativa. Prevalecía sin piedad contra todos los que se ganaban su resentimiento: no vacilaba en destruir sus cosechas, devastar sus manadas, sembrar epidemias a su alrededor, humillarles e incluso matar a sus hijos. Así, exigió el sacrificio de Ifigenia, aunque en el momento clave fue sustituida por un ciervo. A instancias de Latona se unió a Apolo para matar con sus flechas a todos los hijos de la infeliz Níobe, que había presumido de su más numerosa prole. Trataba a sus ninfas con el mismo rigor, si olvidaban su deber: transformó a Calisto en osa y la expulsó de su cortejo por quedar embarazada.

También fue la perdición del pastor Acteón, que la vio bañándose desnuda junto a sus ninfas, por lo que Diana lo transformó en venado e hizo que sus propios perros de caza lo devorasen. En otra ocasión, en un acceso de celos, taladró con sus flechas e hizo fallecer cruelmente a Orión.

Se enamoró, aunque sólo platónicamente, del pastor Endimión, a quien besaba cuando dormía tan suavemente que no se despertaba.
Diosa de la Caza de los animales salvajes, especialmente de los osos, era también la diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate. Extraordinariamente hermosa. Su nombre significa Divina pero también luminosa por su relación con la luna.

Los griegos la llamaban Artemisa. Hija de Júpiter y Latona, hermana gemela de Apolo. Diosa de la fertilidad, los bosques y de la caza. Llamada Diana Lucífera por ser también diosa de la luz lunar. Vestida con una estola de algodón, sandalias de cuero y diadema con un cuarto de luna, en ocasiones se representa con una antorcha que representa la luz, lleva un carcaj con flechas y un arco de madera y latón.
Su dominio son los espacios salvajes. También es compañera y protectora de las amazonas, mujeres guerreras que dedicaban su vida a la contienda y a la caza.

Diana era originalmente una diosa de la fertilidad, las mujeres la adoraban principalmente por este motivo, igualmente se relacionaba con los nacimientos fáciles. También es alabada por proporcionar una muerte dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto.

Bajo la influencia griega la compararon con Artemisa y asumió muchos de sus aspectos. Entregó a los mortales el conocimiento de las artes de la hechicería que posteriormente constituyó el tronco central inspirador de las prácticas de brujería en Europa occidental. El conocimiento que entrego fue para que los partos fueran más fáciles y no dolorosos, los cuales las parteras del momento pusieron en práctica. Además entrego la magia de preparar ungüentos y pociones a bases de hierbas y animales para las heridas de guerras. Por lo que se gano el nombre de Reina de las Brujas, con la llegada del cristianismo todo lo enseñado por Diana fue considerado satánico.






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