Selene
Selene
En la
mitología griega, Selene (en griego antiguo Σελήνη Selếnê) era una antigua diosa lunar, hija de
los titanes Hiperión y Tea. Su equivalente en la mitología romana era la diosa
Diana, quien tenía un templo en el monte Aventino construido en el siglo VI a.
C. que fue destruido en el gran incendio de Roma en tiempos de Nerón.
El de diosa
lunar es invariablemente un papel principal. Si su nombre es griego, está
conectado con selas, «luz». Selene terminó siendo suplantada en buena medida
por Artemisa, de forma que los escritores posteriores la describían como una
hija de Zeus o de Palas. En el himno homérico a Hermes, con su patrilinealidad
característicamente insistente, es la «brillante Selene, hija de Palas, hijo de
Megamedes».
En la
genealogía divina tradicional, Helios, el sol, es su hermano: después de que
éste termine su viaje a través del cielo, Selene comienza el suyo cuando la
noche cae sobre la tierra. Su hermana Eos es la diosa de la aurora, quien
también tuvo un amante humano, Céfalo
En el arte,
Selene era representada como una mujer hermosa de rostro pálido, conduciendo un
carro de plata tirado por un yugo de bueyes blancos o un par de caballos. A
menudo era retratada montando un caballo o un toro, vistiendo túnicas, llevando
una media luna sobre su cabeza y portando una antorcha.
Selene era
una diosa titan de la Luna. Ella fue
descrita como una mujer que cabalga de lado en caballo o en una carro tirado
por un par de corceles alados,( pegasos). Su esfera lunar o creciente lunar
representa su corona por encima de su cabeza. En ocasiones se le representaba
conduciendo una yunta de bueyes, y su corona eran los cuernos de un toro.
Se le
conocen muchos amores. De Zeus tuvo una hija, Pandia. En Arcadia fue amante del
dios Pan, quien le había obsequiado una manada de bueyes blancos.
Sin
embargo, su historia más conocida es la que comparte con Endimión, pastor de
Caria. Una noche de verano, luego de cuidar sus rebaños, Endimión se refugió en
una gruta en el monte Latmos para descansar. La noche era clara, y en el cielo
Selene paseaba en su carruaje. La luz de la luna entró en la cueva, y así
Selene pudo ver al joven dormido. Desde el momento en que la diosa lo miró se
enamoró de él.
Descendió
entonces del Cielo, y Endimión fue despertado por el roce de los labios de
Selene sobre los suyos. Toda la caverna estaba iluminada por la luz plateada de
la Luna. Ante él vió a la diosa brillante, y entre los dos nació una gran
pasión.
Selene
subió después fue al Olimpo, y rogó a Zeus que le concediera a su amado la realización
de un deseo, y el Señor del Olimpo aceptó. Endimión, luego de meditarlo, pidió
el don de la eterna juventud, y poder dormir en un sueño perpetuo, del que sólo
despertaría para recibir a Selene. Zeus le concedió su petición.
Desde
entonces, Selene visita a su amante dormido en la caverna del monte. De este
amor nacieron cincuenta hijas, y en varias versiones también, hijo de Selene y
de Endimión fue Naxo, el héroe de la isla de Naxos.
Artemisa:
es el equivalente romano de la diosa Diana. Es la diosa de la luna, bosques y
selvas, castidad y de la caza. Su dominio es el monte y los espacios salvajes.
También es compañera y protectora de las amazonas, mujeres guerreras que
dedicaban su vida y a la contienda y a la caza.
Ártemis o
Artemisa (mitología), en la mitología griega, una de las principales diosas,
equivalente de la diosa romana Diana. Era hija del dios Zeus y de Leto y
hermana gemela del dios Apolo. Era la rectora de los dioses y diosas de la caza
y de los animales salvajes, especialmente los osos, Ártemis era también la
diosa del parto, de la naturaleza y de las cosechas. Como diosa de la luna, se
la identificaba a veces con la diosa Selene y con Hécate. Aunque
tradicionalmente amiga y protectora de la juventud, especialmente de las
muchachas, Ártemis impidió que los griegos zarparan de Troya durante la guerra
de Troya mientras no le ofrecieran el sacrificio de una doncella. Según algunos
relatos, justo antes del sacrificio ella rescató a la víctima, Ifigenia. Como
Apolo, Ártemis iba armada con arco y flechas, armas con que a menudo castigaba
a los mortales que la ofendían. En otras leyendas, es alabada por proporcionar
una muerte dulce y plácida a las muchachas jóvenes que mueren durante el parto.
Su nombre
es la raíz de selenología, el estudio de la luna que se corresponde con la
geología terrestre.
El
Selenismo es una forma de culto a la Luna basado en el Agnosticismo hacia Dios.
Helio-selenismo es el mismo culto pero con la dualidad Luna (Mujer) y Sol
(Hombre)
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