Magna Matter
El culto
hacia la Magna Mater llegó a occidente en torno al año 600 a. C., procedente de
Asia Menor.
Su equivalente
griega era Cibeles, la Magna Mater, la fuente de vida, se enfureció contra su
amante Attis (el dios de la vegetación), porque le había sido infiel. Presa de
un ataque de celos, Magna Mater mató y castró a su amante, enterrándolo a
continuación bajo un pino. Tras llorar su muerte le devolvió la vida. Las
estaciones reproducen esta historia: la vegetación se marchita en otoño, muere
en invierno y revive en primavera, momento en el que tienen lugar las grandes
ceremonias en honor de la Magna Mater.
Durante
estas celebraciones se baila, se canta y se interpreta música. Los aspirantes
al clero se castraban a sí mismos utilizando piedras, reproduciendo así el
destino de Attis y ofreciendo su fertilidad a la Gran Madre. A continuación se
excavaba un foso al que descendían los iniciados vestidos con togas blancas. Se
colgaba sobre ellos un toro vivo y se procedía a su sacrificio. Los iniciados,
cubiertos con la sangre del toro, se arrastraban fuera del foso habiendo ya
"renacido" en el culto de la Magna Mater. Llego a Roma en el siglo IV
a.C. Donde los gobernantes, no podian transformar a la poblacion q en su
mayoria era machista. En el siglo II d.C. Roma cayó en una nueva fe, la
cristiana, cuya doctrina prohibia la adoracion a otros dioses. El gran idolo de
Magna Mater fue destruido.
Cibeles
Originalmente
una diosa frigia, Cibeles (en griego antiguo Κυβέλη Kybélê, nombre al que a veces se da la
etimología de «la del pelo» si se considera griego en lugar de frigio) era la
diosa de la Madre Tierra que fue adorada en Anatolia desde el neolítico. Como
la Gea o su equivalente minoica Rea, Cibeles era la personificación de la
fértil tierra, una diosa de las cavernas y las montañas, murallas y fortalezas,
de la Naturaleza y los animales (especialmente leones y abejas). Su equivalente
romana era Magna Mater, la Gran Madre. Su título «Señora de los Animales», que
también ostentaba la Diosa Madre minoica, revela sus arcaicas raíces
paleolíticas. Es una deidad de vida, muerte y resurrección. Su consorte, cuyo
culto fue introducido más tarde, era Atis.
Se la
representa con una corona con forma de muralla y siempre acompañada de leones. Esta
diosa es representada en la mitología sobre un carro que simboliza la
superioridad de la madre Naturaleza, a la que incluso se subordinan los
poderosos leones que tiran del carro. La leyenda los relaciona con una singular
pareja mitológica, Hipómenes (Melanión, en otras versiones) y Atalanta, que
compitieron en una carrera de velocidad. La astucia de Hipómenes -inspirado por
la diosa del amor, ya que el premio era la mano de Atalanta- hizo caer al suelo
unas manzanas de oro que atrajeron la atención de Atalanta y la distrajeron de
la carrera, que perdió. El mito concluye con la unión impía de los amantes
dentro de un recinto sagrado de Zeus, quien, irritado, los convirtió en leones.
Más tarde Cibeles, compadecida, los habría uncido a su carro.
Adicionalmente,
para iniciar el culto como sacerdote de Cibeles, éstos eran castrados como una
contribución a la madre tierra; además hacían un sacrificio matando toros
(taurobolio) y bebiendo su sangre.
Magna Mater un culto oriental en la antigua roma
Fue el
primer culto oriental que llego a Roma, en el 204 ac. Cibeles, era una
divinidad de la Frigia, venerada sobre todo en Pessinunte, bajo forma de piedra
negra (probablemente restos de un meteorito).
Al término
de la segunda guerra púnica, los Libros Sibilinos aconsejaron la introducción
de su culto también en Roma. Fue entonces que se realizó un pedido al rey de Pergamo
en cuyo territorio se encontraba el santuario.
El rey no
tenia intenciones de hacerse enemigo de los romanos por lo tanto cedió la piedra
de culto que fue transportada a la capital en una barco.
Provisoriamente
fue sistemada en el Templo de Vittoria en el Palatino y luego del conflicto con
Cartagine fue construido un templo solo para ella.
Cibeles era
una diosa de la naturaleza y, junto con su marido divino Attis, simbolizaba el
principio generativo y el continuo ciclo de la vegetaciòn.
Su culto
tenia un carácter orgiástico que no agradaba mucho a las autoridades, aún así
tuvo gran difusión sobre todo en época imperial y hasta el IV siglo.
Nox, me encanta tu blog, si algo me puede encantar es la mitología!!
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