Mitra (dios
persa)
Mitra era
un dios solar de Persia, cuya adoración se difundió más tarde en la India y el
Imperio romano.
Según el
escritor belga Franz Cumont, en su estudio publicado a comienzos del siglo XX,
el origen del mitraísmo se encuentra en la antigua Persia (en el actual Irán).
El origen
de esta divinidad indoirania puede remontarse hasta el II milenio a. C.: su nombre
es mencionado por primera vez en un tratado entre los hititas y los mitani,
escrito hacia el 1400 a. C.
Hacia el
año 62 a. C., los soldados romanos adoptaron este dios a su manera, le
agregaron características no persas, y crearon una religión llamada mitraísmo
que se expandió rápidamente por todo el Imperio romano, y que compitió con el
incipiente cristianismo hasta el siglo IV.
Mitra (dios
romano)
Mitra era
un dios conocido en la antigüedad, principalmente en Persia e India. Mitra era
el dios del Sol, de origen persa que pasó a formar parte del imperio romano.
Se
conservan diversas esculturas, en su mayor parte del siglo III. Se le
representa como un hombre joven, con un gorro frigio, matando con sus manos un
toro.
Durante el
Imperio romano, el culto a Mitra se desarrolló como una religión mistérica, y
se organizaba en sociedades secretas, exclusivamente masculinas, de carácter
esotérico e iniciático. Gozó de especial popularidad en ambientes militares.
Obligaba a la honestidad, pureza y coraje entre sus adeptos.
Las
excavaciones iniciadas en 1857 bajo la iglesia de San Clemente de Letrán (en
Roma) mostraron que estaba construida sobre una iglesia paleocristiana del
siglo IV, y esta a su vez sobre un templo dedicado al dios Mitra. Por los
hallazgos arqueológicos se sabe que es una religión de origen persa, adoptada
por los romanos en el año 62 a. C., que compitió con el cristianismo hasta el
siglo IV.
Existen
realmente pocos textos escritos por autores mitraístas. Se conservan algunas
pinturas e inscripciones, así como descripciones de esta religión por parte de
sus oponentes, entre los que hay neoplatónicos y cristianos.
Los
primeros pensadores cristianos fueron judíos helenizantes que vivían en un
mundo pagano, por eso sus primeras teorías tienen una base teórica judía teñida
de rituales propios del paganismo. Alfred Loisy considera que el cristianismo
es más o menos una adaptación de los elementos esenciales de los misterios
paganos al monoteísmo judío de esos siglos. El trabajo interior de la
consciencia religiosa es preparado y condicionado por una tradición religiosa
anterior, no el producto de experiencias religiosas absolutamente
independientes que tendrían en si mismas toda su explicación.
Mitra INDIA
Mitra es
uno de los dioses mencionados en el Rig-veda (el texto más antiguo de la India,
de mediados del II milenio a. C.).
En la
religión védica (mil años anterior al hinduismo) Mitra es uno de los Aditias,
los hijos de la diosa Aditi. Según algunas fuentes, sus hermanos pueden ser
siete u ocho, aunque otras referencias llegan a decir que hasta treinta y uno.
Aditya indica su clasificación de dioses solares y/o del cielo. Según el
Rig-veda, Aditi es una deidad femenina, madre de todos los dioses, esposa de
Kashiapa e hija de Daksa, un dios progenitor del universo. Se dice que ella lo
contiene todo, y se le podría considerar como «naturaleza» o «diosa primigenia
creadora».
En el
Rig-veda, Mitra es un dios secundario del sol, siendo mucho más conocido Suria,
que sí queda bien definido como el Dios Sol en todas las escrituras en las que
se le menciona.
El Mitra
védico nunca va solo, sino en compañía de su hermano gemelo Varuna, según el
Rig-veda, y los dos están incluidos entre los dioses hermanos Aditias.
Mitra está
relacionado con los juramentos, las promesas, los contratos, la honestidad, la
amistad y los encuentros, así como considerado como el suave sol del alba. No
suele tener tanto protagonismo como su conflictivo hermano, y por ello suele
pasar más desapercibido. A veces se le confunde con Agní, aunque este es dios
del fuego, y bastante más belicoso.
En
contraposición a su hermano Varuna se le asigna la creación de rayos,
tormentas, lluvias, de las aguas, los océanos, los ríos y los bajos mundos o de
las profundidades. Incluso se le llega a asignar el papel de dios de los
muertos, y dentro del agua, siempre va acompañado de nagas.
También en
el Rig-veda se menciona su papel de dios lunar (puesto que más tarde se
atribuirá al dios Chandra, y a veces al dios Shivá.
Mitra, como
su madre Aditi y el resto de los Adityas, pueden ser reminiscencias de tiempos
muy anteriores al establecimiento del vedismo (religión anterior al hinduismo).
O incluso que el propio Suria, del que hay información suficiente como el Dios
Sol, puede también haber sido una especie de «adquisición nueva» para asimilar
cultos de otras zonas de la India.
Todo ello
viene a decir que el dios Mitra védico, como Dios-Sol no tiene en el hinduismo
la relevancia que tuvo Suria. Y aunque el dios-sol Suria tuvo un papel
protagonista, fue posteriormente relegado a un segundo plano por otras
deidades.
En el
hinduismo posterior
Según el
Bhágavata-purana (siglo XI d. C.) Mitra era el dios que controlaba el
movimiento intestinal.
En idioma
sánscrito el término mitra significa ‘amigo’.
El tándem
Mitra-Váruna también viene mencionado en los antiguos Puranas, y no se describe
muy bien su procedencia. Todo ello apunta a que pertenecieron al rango de
dioses anteriores del período presánscrito, antes de la aparición del hinduismo
primitivo. En este hinduismo primitivo, el dios que ocupaba el rango de
dios-sol era Suria, en oposición al dios lunar Chandra.
Hay que
comentar que el Rig-veda no es muy claro en lo que respecta a la identificación
de muchos dioses. La razón es porque con el paso del tiempo fueron cambiando
los cultos, donde se mencionan a dioses que ya casi nadie recuerda a excepción
de unos pocos estudiantes de las escrituras y algunos brahmanes, todos muy
versados. O bien se da el caso de que se cree en otros dioses que no están
apenas mencionados en las escrituras sagradas hindúes.
Actualmente
en el culto hindú, los Adityas ocupan un segundo plano bastante lejano a la
práctica real diaria de todo hindú común. Aun así, hay sijs y otros credos y
religiones de la India y alrededores, que todavía creen en Suria de alguna
manera, dejando huellas de que en su momento de auge fue comparable al culto
del Dios-Sol Amón-Ra en Egipto.
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